El vicio de la clase media

El vicio de la clase media[1]


Sumilla:

En el presento ensayo sostengo la idea de que la cantidad de personas que pertenecen a la clase media en el Perú está sobredimensionalizada y que ello se debe a un cambio en el significado del concepto de clase el cual corresponde a un contexto neoliberal y consumista. Si bien el presente ensayo no busca definir lo que significa clase media ni encontrar la cantidad de personas que pertenece a ella, la importancia de este trabajo radica en que puede ser un punto de partida para investigaciones ulteriores.

Principales palabras: clase, estatus, clase media, consumismo, neoliberalismo.







Introducción

Para Arellano (2015) un estilo de vida es: “un grupo de personas que se parecen en su forma general de ser: les gustan cosas similares, creen en aspectos similares, buscan lo mismo de sus acciones, tienen una idea similar del futuro, más allá del dinero que poseen” (pág. 69). Sustituye la idea de clase por la de estilos de vida, afirma que ahora la sociedad peruana ya no se estratifica como una pirámide sino como un rombo donde hay más espacio en el medio, que estamos creciendo como sociedad. Asimismo, desde los estudios de su consultora, Arellano Marketing, afirma que actualmente en el Perú el 57% de personas son clase media.   

Por otro lado, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala en su ficha técnica a cargo de Jaramillo & Zambrano (2013) que la clase media abarcaría un 72,2% del total de nuestra población. Los autores consideran que quienes posean ingresos familiares entre 1088 soles a 9785 soles son clase media. No toman en cuenta las condiciones del mercado ni la precarización del trabajo; hoy puedes tener trabajo mas del mañana no se sabe.

Sin embargo, la desigualdad en el Perú persiste. El coeficiente de Gini, medio por el cual se mide la desigualdad de ingresos de un país, sigue siendo el mismo en el Perú actual que el de unas décadas atrás. Lynch señala que durante el periodo 1950-1966 era de 0.6 mientras que en el periodo de 1980-2012 es también de 0.6. Esto indicaría que es imposible que más de la mitad de la población sea clase media.

¿Entonces por qué existe un carácter tan exacerbado de la cantidad de personas que pertenecen a la clase media en el Perú?
La tergiversación del concepto

Hay muchas formas de explicar sobre el porqué de la sobredimensionalización de la clase media. En una primera instancia nos damos cuenta que en el Perú existe un discurso a favor del emprendurismo. En el Perú se “ha naturalizado la existencia del emprendedor que reproduce el sueño capitalista de la empresa propia” (Rosales, 2014, pág. 90).  El emprendurismo propone la idea de que se trabaje para uno mismo pero a su vez menciona que tu verdadero jefe es el cliente, esta farsa se ve desmentida bajo la objetividad de la creencia (Slavoj, 2008) donde esta no es algo interior sino es radicalmente exterior; la practica social de las personas.

El yo emprendedor contradice su creencia, trabaje para usted mismo, en la práctica social, se engaña por que no trabaja para otro, para su cliente, se trabaja por la necesidad de mantener un hijo, apoyar a un ser querido, es decir, indudablemente siempre hay una motivación más que individualista; se crean lazos sociales en el trabajo pero la ética del emprendurismo los invisibiliza (Rosales, 2014).

Tenemos, pues, un país en el cual los lazos sociales se han invizibilizado. La clase media es parte de este discurso pues el orden actual asume que necesariamente el emprendurismo ha traído desarrollo social y económico y por lo tanto ahora somos más quienes tenemos mejores oportunidades en la vida.

Sin embargo, la gran sobredimensionalización no procede del discurso emprendurista de la actual sociedad peruana sino de la tergiversación del concepto en sí mismo.

Podríamos afirmar, con cierta supersimplificación que las clases se estratifican de acuerdo con sus relaciones con la producción y la adquisición de bienes; en tanto que los grupos de status se estratifican según los principios de consumo de bienes, tal como viene representado por estilos de vida particulares.

Lo que hace Arellano es hablar de clases como si fuera lo mismo que status. Recordemos pues que:

Las clases no son comunidades; solo representan posibles; y frecuentes, bases de acción comunal. Podemos hablar una <<clase>> cuando (1) un número de personas poseen un componente casual específico de sus oportunidades de vida en común, en la medida en que (2) este componente está representado exclusivamente por intereses económicos en la posesión de bienes y oportunidades de ingresos, y (3) está representado bajo las condiciones de mercados de productos o de trabajo (Weber, 1985, pág. 145).

Por lo tanto, la <<la propiedad>> y la <<carencia de propiedad>> son categorías básicas de todas las situaciones de clase. Podemos dividir la situación de clase según el tipo de propiedad utilizable para obtener beneficios o por el tipo de servicios que se puede ofrecer en el mercado. Es pues, el mercado es el momento decisivo para las condiciones comunes de los individuos (Weber, 1985).

Ahora bien, ¿Qué porcentajes de la población en el Perú es clase media?, esta pregunta es hoy tema de discordia. Existen diferentes respuestas de diversas fuentes, pero lo más importante es comprender que la clase media en el Perú no es tan abundante como quieren convencernos. Lo que hacen es cambiar los límites para que algo que no es clase media lo sea. Si uno revisa la nota técnica del BID dará cuenta que posee un enfoque “no pobres-no ricos”, es decir las personas entren los 1088 soles y los 9785 soles serían clase media, sin contar con la capacidad de ahorro de las mismas.

Ahora que ha quedado claro que la clase media no es tan abundante paso a dar un pequeño esbozo sobre la dificultad de su clasificación. El problema de la clasificación de la clase media se acentúa puesto que no ha sido un proceso similar al del viejo mundo. Feito (1995) nos dice que el significado de vieja clase media es la de los pequeños productores, aquellos que poseen medios de producción pero no contratan obreros para desarrollar las fuerzas productivas sino que ellos mismo se convierten en los trabajadores así como sus familiares; asimismo, la clase media emergente viene a ser aquellos trabajadores que tecnifican sus trabajos, se vuelven profesionales en aras de una mejor remuneración económica así como un mayor status social.

El caso peruano es algo distinto. La clase media tradicional tenía como principal característica comprar artículos y objetos para parecerse más a la clase alta como un cierto tipo de arribismo, además se regían por el patrón de profesionalidad que les otorgaba el cerrado sistema universitario a comienzos del siglo xx y, en parte, a mediados del mismo siglo (CIPESA, 2007). En cambio, la clase media emergente es el producto de las migraciones y el no hallar una política de viviendas y de trabajo orientado hacia ellos (Río Frío, 1991) generan un marcado rasgo emprendurista.

Si quisiéramos ver, entonces, cuál sería la similitud entre el proceso de las clases medias emergentes del viejo mundo y en el Perú podríamos encontrarlas en su carácter de negación hacia la estabilidad. La clase media tradicional en el viejo mundo se regía por un patrón de estabilidad puesto que la razón por la que no usaba mano de obra ajena a las redes de parentesco es que tenían un profundo sentido de tradición representado en la forma feudal del trabajo a través de las redes de parentesco (Feito, 1995). De la misma forma en el Perú el poco acceso a la universidad proporcionaba una posición privilegiada y de estabilidad a las clases medias tradicionales, en cambio, la mayor apertura de las universidades así como las migraciones rompen ese sentido estabilidad para pasar a una época llena de cambios donde la nueva clase media es el personaje principal pero que es aprovechada por el discurso neoliberal y termina convirtiéndose en un vicio.


Conclusión

A modo de pie para posteriores investigaciones podemos comentar que la migración del campo a la ciudad en el anterior siglo devino en un nuevo Perú y es en ese contexto que surge la clase media. Sin embargo, los nietos e hijos de los inmigrantes del siglo XX han ingresado al sistema capitalista que usa como herramienta al consumismo. No existe nada malo en la satisfacción de una necesidad, incluso siendo una necesidad de tercer orden, el problema radica en crear necesidades donde no las hay.

El consumismo es un instrumento del neoliberalismo; la de un Estado endeble que juega a la democracia respecto a los grupos de poder económico que la componen. Tenemos, tal vez, una clase media viciosa no solo en el discurso que ensalza su proliferación sino, también, en su propia construcción.

Referencias


Arellano, R. (2015). Al medio hay sitio. El crecimiento social según los estilos de vida. Lima: Planeta.
Bauman, Z. (2007). Vida de consumo. México: Fondo de Cultura Económica.
Bobbio, N. (2012). Liberalismo y democracia. México: Fondo de Cultura Económica.
CIPESA. (2007). Clases sociales en el Perú: visiones y trayectorias. Fondo editorial PUCP: Lima.
Dargent, E. (2011). Demócratas precarios. Élites y debilidad democrática en el Perú y América Latina (Segunda ed.). Lima: IEP.
Feito, A. (1995). Estructura social contemporánea. Las clases sociales en los países industrializados. Madrid: Siglo Veintiuno Editores.
Jaramillo, F., & Zambrano, O. (2013). La clase media en el Perú. Cuantificación y evolución reciente. Lima: BID.
Mejía, J. (2011). La sociedad de consumo en las nuevas clases populares y medias del Perú. Scientia, 27-42.
Río Frío, G. (1991). Crisis de la barriada y de la ciudad; la alternativa a la ciudad en crisis. En R. Frío, Producir la ciudad (popular). Entre el mercado y el Estado (págs. 53-126). Lima: Desco.
Rosales, R. (2014). El autoempleo no existe: una cartografía idelógica . En M. K.Rojas, Gamarra invisible. El principal emporio del país desde la perspectiva de sus trabajadores (págs. 59-77). Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Slavoj, Z. (2008). ¿Como inventó Marx el síntoma? . Ideología: un mapa de la cuestión, 329-370.
Weber, M. (1985). Clase, status, partido. . En M. Weber, Ensayos de sociología contemporánea. Obras Maestras del pensamiento contemporáneo. (págs. 145-166).






[1] Gran parte de este trabajo fue basado en el capítulo La farsa de la clase media del libro Cholificación, república y democracia de Nicolás Lynch. Parto de su idea de que el concepto de clase media se ha convertido en un vicio pero ahondo más en su tergiversación con relación al neoliberalismo.

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